Basta con una simple lucecita para perturbar
la total y más inmensa oscuridad,
es la mínima Fe necesaria para poder vislumbrar
en el día a día el camino...
No podemos vivir sin una lucecita mínima de Fe
En la más absoluta oscuridad o desesperación,
siempre arde la necesidad de la llama de esa lucecita...
En la más absoluta oscuridad o desesperación,
préndela y medita su poder balsámico...
Es tu lucecita, tu corazón latiendo, tú eres su llama misma,
no dejes nunca a nadie en desesperación absoluta,
sin poder sentir su lucecita... ayúdal@
porque todas las llamas se encienden hermanadas
y se necesitan unas a otras... y tu llama crecerá...
Anna Vijo - Bruja & Chamana
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