Y conocí a unas mujeres nativas, y sus vidas eran igual que la mía, es más eran mucho más sencillas, sin supuestas parafernalias espirituales que emocionada esperaba encontrarme..., si no con los pies en el presente y sólo con la firmeza del agradecimiento en sus corazones y sus miradas... Cuidaban de sus casas igual que la cuido yo, pensaban qué hay que cocinar, qué hay qué lavar, qué tareas hay por hacer, pensaban en el bienestar de sus hijos y la salud de los mayores, hablaban de los próximos eventos y detallaban la organización de las siguientes celebraciones familiares, también de trucos para zurcir unas prendas y cómo remediar las toses de los más pequeños con remedios naturales.. , Yo diría que lo que tanto irradiaban y tanto anhelamos aprender de ellas, era su sencillez, no necesitaban para nada indagar en enseñanzas que les ayuden a encontrar el sentido a nada, ni vivían en un viaje chamánico sin fin, ni centraban sus objetivos en poseer nada, vivían una entrega por los quehaceres cotidianos de la vida como lo más sagrado, y el legendario factor espiritual que debía envolver sus gestos era la profunda gratitud de la oportunidad por vivir sus propias vidas y compartirla con todos. Lo único espiritual sus rezos, que eran cantos, rezaban muy a menudo, se puede rezar juntos o en soledad dijeron, para rezar en soledad sí necesitaban acercarse de la forma o expresión que fuera a su santuario: la naturaleza, y sólo en soledad algo muy grande pasaba porque no quisieron hablarme de ello, se callaban y se sonreían entre sí, porque me explicaron que nunca se hablaba de lo que todos saben, aunque quizás nosotros lo hayamos olvidado...
Anna Vijo - ƁƦƲʆƛ & ƇHƛMƛƝƛ-
Hermoso, infinito, constante, eterno...
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